No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tu has hecho tu vida.
Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar; corrigiéndote, el triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.
Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer; las circunstancia son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.
Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para luchar.
No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera, todo dependerá de ti.
Decídete y triunfarás en la vida.
Nunca pienses en la suerte, porque es el pretexto de los fracasados.
PABLO NERUDA
Estoy de acuerdo con eso, muy cierto. En gran parte tu eres el culpable de donde te encuentres ya sea para bien o para mal.